En Río Cuarto, uno de los casos fue el Joel Bravo en diciembre de 2017 quien fue detenido por la tenencia de un arma recortada. Joel tuvo 15 detenciones arbitrarias entre 2016 y 2017, y el 90% de las mismas fueron realizadas por el mismo oficial de policía. Estaba terminando la primaria y aprendiendo a leer y escribir, se había recuperado de las drogas y esperaba poder entrar en un secundario nocturno antes de ir preso. Formaba parte de Organización Social Los Orillas.
Desde la organización, Patricia Muñoz, trabajadora social, en conjunto con el Partido Respeto, el Foro por la Libertad y la Democracia, Observatorio de DDHH UNRC y el Colectivo MDLG, lo señalaron como otro caso de hostigamiento policial y violencia institucional. Joel quedó libre a los meses.