El propósito fundamental del Diseño Editorial es la comunicación efectiva de una idea o la narración de una historia a través de la organización y presentación de información. Va más allá de la mera estética, buscando un "trasfondo coherente" y una "razón de ser" en cada producto.
Este objetivo principal se desglosa en varios propósitos y cualidades esenciales:
Función Comunicativa Principal:
Facilitar la comprensión y legibilidad: El diseño editorial busca hacer la información "digerible y entendida", organizándola y jerarquizándola para que sea clara y de fácil lectura. El diseñador debe ser un "decodificador" que procesa y da valor a la información, no solo la "embellece", sino que la traduce.
Debe dotar de expresión y personalidad al contenido, y captar y mantener la atención de los lectores.
Un buen diseño editorial valida su capacidad de trascender y ser impreso.
Organización y Claridad de la Información:
La esencia del diseño editorial es la organización, el cuidado y la empatía con el lector.
Se busca estructurar la información de forma clara y efectiva. La información debe ser simple para ser digerible y entendida. Esto implica diferenciar y jerarquizar la información.
La retícula es fundamental para lograr precisión, orden y claridad.
Permite organizar la información por ubicación, alfabeto, tiempo, categoría o jerarquía.
Los espacios en blanco son elementos activos de diseño que estructuran, dan aire y realzan la composición, mejorando la legibilidad y creando un ritmo visual en la página.
Legibilidad y Experiencia del Lector:
La legibilidad es una cualidad esencial y la fuerza que sostiene la ilusión de inmersión en la lectura. Un buen diseño editorial enfoca la experiencia desde el punto de vista del lector, buscando que la gente quiera leer y que la historia sea contada efectivamente.
El diseño debe facilitar la lectura continua. La tipografía es la "columna vertebral", crucial para la legibilidad, el tono y el impacto visual. Se deben seleccionar cuidadosamente las tipografías para que sean de fácil lectura. El objetivo es que el lector se sumerja en el texto hasta el punto en que leer deje de ser un acto consciente; si esta invisibilidad del editor persiste, el trabajo ha sido exitoso.
Integración de Elementos:
El diseño editorial se basa en la interacción coherente de elementos como el formato, la retícula, la tipografía, las imágenes, el color y los acabados.
Armonizar texto e imagen es un ejercicio clave. El diseñador debe ser el traductor y codificador de esta narración visual.
Todos los elementos de la página "hablan" y tienen una carga de significación que debe estar en función de la estrategia y concepto principal de comunicación.
Adaptabilidad y Evolución:
La disciplina se ha expandido del impreso al digital, abarcando libros, revistas, periódicos, folletos, así como páginas web, e-books y revistas digitales.
Los diseñadores deben adaptar sus habilidades a las nuevas tecnologías y considerar las particularidades de cada plataforma. Se busca una experiencia fluida que guíe al lector cómodamente a través de la publicación, sin importar el dispositivo.
Resumen:
La esencia del diseño editorial reside en su capacidad de ser el marco visual y estructural que permite que una historia o mensaje sea leído e interpretado de manera efectiva, trascendente y atractiva, construyendo una experiencia de lectura significativa para el usuario
El diseño editorial es una disciplina multifacética cuya función principal es organizar, maquetar y componer textos e imágenes en diversas publicaciones, tanto impresas como digitales, como revistas, periódicos, libros y folletos. Su objetivo fundamental es comunicar y transmitir una idea o una historia de manera efectiva.
En el contexto más amplio del diseño editorial, sus funciones clave incluyen:
Organización y Claridad de la Información: El diseño editorial busca establecer orden donde hay caos, presentando la información de forma sistemática, lógica y fácilmente inteligible. La retícula, por ejemplo, es una herramienta esencial que proporciona precisión, orden y claridad al ubicar los elementos de manera regular, facilitando así la navegación y comprensión del lector. Un buen diseño permite que el lector encuentre la información esperada y que el diseñador piense de forma constructiva y estructurada.
El diseñador es quien debe organizar y optimizar el contenido de forma que el lector se oriente con facilidad por él.
Facilitar la Legibilidad y Comprensión: Una función primordial es asegurar que el contenido sea legible y fácil de digerir y entender. Esto se logra mediante la selección adecuada de tipografías, el manejo de espacios, el contraste y la jerarquía visual de los elementos. El diseño debe ayudar a los lectores a comprender el significado de los hechos e incitarlos a la reflexión.
Captar y Retener la Atención del Lector: El diseño editorial debe ser atractivo y cautivador para el lector, buscando conectar con él a un nivel estético y emocional. Elementos como las portadas, los titulares y las imágenes juegan un papel crucial para llamar la atención y seducir al lector a explorar el contenido.
Dotar de Expresión y Personalidad (Branding): El diseño confiere expresión y personalidad al contenido, creando un estilo propio y una identidad única para la publicación. Debe reflejar el carácter de la editorial y el contenido específico del número. En el caso de medios digitales, debe funcionar como un portal de acceso y reforzar la imagen de marca, incluso en tamaños pequeños.
Traducir y Dar Valor al Contenido: El diseñador es un decodificador y traductor que analiza y entiende "qué se va a decir y cómo se quiere decir". No se trata solo de embellecer, sino de dar valor a la información y crear una narrativa visual entre imágenes y texto. El diseño debe realzar el contenido y hacerlo accesible.
Crear una Experiencia Integral: El diseño editorial construye una experiencia a lo largo de las páginas de una publicación, no solo a través de su contenido, sino también por su forma y sus detalles tangibles. La elección del papel, la encuadernación y los acabados contribuyen a esta experiencia sensorial.
Responder a las Necesidades del Lector y del Mercado: Un buen diseño implica una comprensión profunda del público objetivo, sus hábitos de lectura y las condiciones en las que interactuarán con la publicación. También debe adaptarse a las demandas económicas y de producción, logrando eficacia y economía en los procesos. Para publicaciones comerciales, el diseño es una herramienta de marketing y ventas esencial.
Ser un Reflejo Cultural y un Campo de Experimentación: El diseño editorial es un vivo reflejo cultural de la época y una plataforma para la innovación estilística. Permite la experimentación y el desafío de las convenciones para generar resultados únicos y significativos.
"Lo que me fascina de las revistas es su condición orgánica; a diferencia de los libros o de otros medios impresos, están en constante evolución y cambian ligeramente en cada número"
Resumen:
En esencia, la función del diseño editorial es servir como el marco a través del cual una historia es leída e interpretada, abarcando tanto la arquitectura global de la publicación como el tratamiento específico de cada historia para comunicar eficazmente el mensaje y el propósito del editor
El diseño editorial exige un conjunto amplio y diverso de habilidades que van más allá de la mera estética, centrándose en la comunicación efectiva y la experiencia del lector
A continuación, se detallan las habilidades esenciales de un diseñador editorial:
Comprensión Profunda del Contenido:
Analizar y entender el "qué" y el "cómo" comunicar: Es fundamental comprender la esencia del contenido, a quién se dirige y quién lo comunica, antes de pasar a la ejecución del diseño
El diseñador tiene que ser capaz de entender e interpretar con precisión el material editorial. Esto se hace leyendo el texto y, cuando sea conveniente, hablando con el editor, redactor y/o fotógrafo pertinente.
Edición y organización de la información: El diseñador actúa como un "editor de información", lo que implica organizar y jerarquizar los datos para hacerlos "digeribles y entendidos" por el lector. Esto asegura que la información se traduzca de forma efectiva y con valor
Visión objetiva y conceptual: Tener la destreza de seleccionar, rechazar, resaltar, disponer y combinar elementos esenciales para desarrollar una visión de la publicación que se ajuste al tema y a los lectores.
Dominio Técnico y Creativo del Diseño:
Manejo de la Retícula y Maquetación: La retícula es una herramienta fundamental que proporciona precisión, orden y claridad. El diseñador debe saber construirla y aplicarla de manera flexible, permitiendo dinamismo y sorpresa en cada página, en lugar de imponerse rígidamente a los elementos. También debe tener destreza en la preparación y disposición de la página.
Es importante comprender que la retícula, a pesar de ser una guía precisa, nunca debería imponerse a los elementos que se colocarán dentro de ella. Su trabajo es proporcionar una unidad global sin rebajar la vitalidad de la composición. Un diseñador no debería tener miedo de tener su propia retícula, sino forzarla a fin de proponer sus limites.
Selección y Uso Tipográfico: La tipografía es la base del diseño editorial, y el diseñador debe poseer un conocimiento profundo de esta disciplina y su estructura visual. Se debe priorizar la legibilidad y la funcionalidad. Es crucial saber cómo los tipos se comportan de manera diferente en pantalla y en papel.
Narrativa Visual e Imágenes: La capacidad de crear una narrativa visual coherente entre imágenes y texto es vital, ya que cada elemento en la página comunica. Esto incluye la habilidad para seleccionar, encuadrar, recortar y ubicar imágenes para generar impacto y tensión, y para contar una historia de forma visual.
Uso del Color y Blancos: El diseñador debe saber utilizar el color para influir en las sensaciones, considerando su impacto emocional y cultural. El uso inteligente del espacio en blanco es igualmente poderoso para encuadrar contenidos, mejorar la legibilidad y crear focos de atención.
Los diseños que utilizan el espacio negativo (blanco) de manera efectiva a menudo se perciben como más elegantes, modernos y de mayor calidad. Transmite una sensación de cuidado y consideración en el diseño, en contraste con un diseño "relleno" que puede parecer amateur o abarrotado.
Coherencia y Ritmo: Es esencial crear un concepto de diseño que mantenga consistencia a lo largo de la publicación, pero también que incorpore "acentos" y "factores sorpresa" para mantener el interés del lector.
Adaptación y Aprendizaje Continuo:
Versatilidad en Plataformas: El diseñador editorial debe ser capaz de trasladar las necesidades de la narrativa periodística a la composición de páginas impresas y digitales, integrando conocimientos de tipografía e imágenes en diversos canales. Se debe entender que la lectura y la interacción varían entre el papel y las pantallas.
Leer el contenido de una aplicación en una pantalla táctil es distinto de leer en una página web. El equipo editorial debe entender quién es el lector, cuáles son sus intereses, por qué, cómo y cuándo va a consultar el medio. .
Manejo de Software y Nuevas Tecnologías: Se requiere un vasto conocimiento práctico de programas de diseño y manipulación de imágenes como Adobe Creative Suite (InDesign, Photoshop, Illustrator) o QuarkXPress. Además, es crucial la habilidad para aprender rápidamente nuevos programas y mantenerse al día con los avances tecnológicos, incluyendo elementos interactivos, video, audio, gestión de datos y lenguajes de marcado como HTML5 y CSS
Curiosidad y Experimentación: Una cualidad indispensable es la "curiosidad sin límite". El diseñador debe estar dispuesto a experimentar con nuevas herramientas y medios, y a explorar diversas formas de resolver un problema de diseño.
Conocimiento del Proceso de Producción: Es importante entender cómo se compone un pliego, cómo se forma y se organiza el libro, así como el cuidado de la impresión, los acabados adecuados y el encuadernado, para garantizar la calidad del producto final.
Colaboración y Comunicación: Un diseñador editorial debe interactuar con editores, redactores, fotógrafos y programadores, lo que implica comprender sus respectivas áreas de competencia. También es vital la capacidad de transmitir las ideas de diseño a los compañeros.
Gestión del Tiempo y Costos: Se requiere la habilidad para equilibrar la creatividad con la realidad de los plazos de entrega y los presupuesto.
Resumen:
El diseñador editorial debe poseer una combinación de habilidades conceptuales y analíticas para entender el contenido, destrezas creativas y técnicas para darle forma, y una constante curiosidad y capacidad de adaptación para evolucionar con el medio y sus tecnologías.
La colaboración es un aspecto fundamental y transversal en el diseño editorial, implicando a diversos profesionales y equipos para el éxito de una publicación
A continuación, se detallan los principales actores y aspectos de la colaboración en este campo:
Diseñadores y Editores/Directores:
La relación laboral entre el diseñador y el editor es determinante para el éxito del diseño editorial.
Deben trabajar "mano a mano" para construir un puente sólido que transmita la marca y sus valores al consumidor.
Sus funciones están íntimamente relacionadas y forman parte de un mismo proceso creativo, donde su conjunción y compenetración son clave para el éxito de una publicación.
El diseñador debe comprender e interpretar el material editorial y sincronizar sus reflexiones con la visión del editor.
El director de arte es responsable de organizar y jerarquizar los contenidos, incluyendo la solicitud de imágenes e infografías, trabajando estrechamente con el director de la publicación para lograr efectismo en cada página.
Se requiere una "compenetración dinámica", respeto mutuo y la capacidad de debatir entre editores y directores de arte.
Equipos de Diseño y Especialistas:
En proyectos como las portadas de revistas, directores de arte, diseñadores e ilustradores discuten ideas y colaboran para combinar elementos visuales.
Los diseñadores colaboran con fotógrafos para obtener imágenes potentes y conceptuales que se alineen con la narrativa. Cipe Pineles, por ejemplo, fue pionera en encargar material visual para contenidos de ficción y trabajó "codo con codo" con artistas y fotógrafos
“El diseño es el primer elemento a partir del cual se establece la relación con el lector. Transmite el contenido, la esencia y la naturaleza más vanguardista de la publicación, además de proporcionar al lector un vínculo inmediato con el espíritu de la revista.”
La colaboración se extiende a equipos técnicos y programadores para asegurar que los diseños funcionen correctamente en diversas plataformas digitales e integrar elementos interactivos. El mayor reto para Jon Hill, diseñador jefe de The Times, es trabajar con programadores y gestores de contenido.
Jefes de sección, jefes de producción y directores de fotografía también son parte esencial del proceso colaborativo, supervisando la compilación de material, calendarios y la calidad de las imágenes.
Incluso en un sentido más amplio, los "colaboradores" en el branding pueden incluir a competidores, clientes, medios de comunicación y organizaciones de la industria que contribuyen a promover la marca y su reputación.
Colaboración en el Proceso de Producción:
La creación de una publicación es un proceso dinámico y fluido que involucra la asignación, optimización y descarte continuo de materiales por parte de diversos departamentos
La elección del papel, por ejemplo, es una decisión que idealmente se toma combinando las opiniones del impresor y del fabricante de papel. Es fundamental mantener una relación cordial y duradera con el impresor para aprovechar al máximo su conocimiento y experiencia.
El equipo editorial debe trabajar para que el producto sea coherente y reconocible, pero también para que varíe de un número a otro, logrando un equilibrio entre la identidad y la sorpresa.
El sitio principal y más importante en el que hay que estampar la imagen de marca de una publicación -y sus valores asociados- es la portada.
Colaboración en el Ámbito Académico y la Comunidad:
Los proyectos académicos a menudo se realizan en equipo, donde los estudiantes colaboran en el diseño, la maquetación y la aportación de contenido, reconociendo las contribuciones de cada miembro en los créditos.
La comunidad de diseño se nutre de la generosidad de diseñadores y directores de arte que comparten su conocimiento y ejemplos prácticos a través de redes sociales, conferencias y foros.
La elaboración de manuales y libros, como el "Manual de producción editorial" o "Principios Básicos del Diseño Editorial", es el resultado de un esfuerzo colaborativo entre diseñadores, estudiantes, asesores académicos e incluso infografistas entrevistados para el contenido.
La reflexión sobre el trabajo de diseñadores del pasado también es una forma de "colaboración" indirecta, ya que sus principios y enfoques sirven de inspiración para las generaciones futuras.
Resumen:
La colaboración en el diseño editorial es una red compleja y esencial que abarca desde la conceptualización hasta la producción final, involucrando a todos los participantes en un diálogo constante que enriquece el resultado creativo
Simplicidad:
Se considera el sustento de un diseño funcional, buscando que la información sea digerible y entendida. La simplicidad define características implícitas, influye en la sorpresa y la generación de emociones, y busca un equilibrio.
Organización y Estructura:
Es vital para hacer que un sistema complejo parezca más sencillo. Editar información es organizarla y jerarquizarla para que llegue fielmente al lector. La retícula, como base de todo diseño, es una herramienta fundamental que proporciona precisión, orden y claridad. Sin embargo, la retícula es una guía invisible que no debe imponerse a los elementos, sino proporcionar unidad global sin rebajar la vitalidad de la composición. La correcta organización de elementos en una página es clave para una lectura y comprensión claras.
Rendimiento del Diseño:
Se busca la profundidad conceptual para ampliar el horizonte y ver los problemas desde otras perspectivas. El diseño debe ser claro, apegado al concepto, pensado siempre en un lector reflexivo, y todo debe tener un "por qué".
Enfoque en el Lector/Usuario:
El diseño editorial es organización, cuidado y, sobre todo, empatía con el lector. El diseño debe cautivar y seducir a través de sus decisiones, construyendo una experiencia a lo largo de las páginas del libro, no solo por su contenido, sino también por su forma y detalles. La legibilidad es la fuerza que sostiene la ilusión de la lectura.
Narración Visual y Ritmo:
El diseñador debe ser el traductor y codificador de la narración visual entre imágenes y texto. El concepto de "diferencia" puede ser trabajado creando un ritmo entre imágenes, espacio y texto para contar una historia que evoque una sensación. La narración fotográfica puede ser una lectura paralela y complementaria al texto.
El ritmo en el diseño editorial se refiere a la cadencia visual y la fluidez con la que el lector se mueve a través de las páginas de una publicación.
La cadencia visual en proyectos secuenciales, como los libros o las paredes de una exposición, puede visualizarse de forma editorial convencional, utilizando diseños específicos para distinguir las divisiones principales del contenido contiguo. Sin embargo, las estrategias de diseño no convencionales tienden a ser más experienciales que expositivas y a menudo se prestan a otras maneras de pensar la secuencia y el ritmo.
El material de las páginas de arriba, extraído de un libro sobre la historia de la Segunda Guerra Mundial, se sincroniza con un agujero físico en el centro que crece a lo largo de la secuencia del libro: una metáfora del efecto destructivo de una bala. A medida que el agujero aumenta de tamaño (mostrados como puntos rojos), perfora las imágenes y el texto, lo que influye en la interpretación de su significado. Las estrategias de ritmo secundarias se centran en las relaciones entre el volumen del contenido, la posición de la página y el valor de la luz y la oscuridad.
Coherencia y Calidad:
El diseño se vuelve rico, pensado, administrado, fiel al concepto, claro y con calidad. La consistencia y la sorpresa son elementos clave en un concepto de diseño. La comprensión de la tarea editorial y del diseño de información se basa en la coherencia y cohesión entre un concepto externo y un producto editorial.
“Un buen periódico es una nación hablándose a sí misma.”
Arthur Miller
Algo así como un mapa
Como orientación general, podemos imaginarnos el diseño gráfico como el contenedor de tipos más especializados de producción de piezas de comunicación visual, que se distinguen entre sí por el tipo de contenido con el que trabajan, el modo en que priorizan o destacan ese contenido, el destinatario final de ese producto, la frecuencia con la se generará un mismo tipo de pieza, el soporte o canal en el que se materializará, entre otras cuestiones.
Entendido esto, el diseño editorial es una especialidad del diseño gráfico que abarca numerosos formatos, tipos de contenido, destinatarios, modos, soportes y frecuencia de producción, que van desde los libros, revistas y periódicos tradicionalmente impresos en papel a la presentación de estos mismos productos en soportes virtuales, como así también piezas de características especiales en una variedad que incluyen desde los fanzines experimentales (muchas veces producidos artesanalmente) a los libros para las infancias. El universo de productos, técnicas y desafíos no sólo es amplio. También está en constante movimiento y reformulación por la velocidad con la que las tecnologías y el mercado proponen nuevas alternativas de consumo de información o entretenimiento. Pueden leer más sobre este tema aquí.
Dentro del diseño editorial, la elaboración de piezas gráficas basadas en noticias con aparición regular (frecuencia o periodicidad), podría entenderse como una subespecialidad, un campo de aplicación de una serie de conceptos, reglas, técnicas y organización del trabajo puntuales y diferentes a los de otros tipos de productos gráficos, al que llamaremos diseño periodístico.
Algunas definiciones
En los materiales de la materia pueden encontrar más de información en los libros de Zappaterra y Caldwell, que retoman en mayor o menor medida distintos aspectos de las definiciones que están abajo.
Estas tres responden a distintos momentos de la producción de periódicos y revistas y tienen elementos comunes pero también amplias diferencias. Todas aportan
(…) Se entiende por diseño periodístico “la técnica que permite determinar la situación de un conjunto de elementos impresos (textos e ilustraciones) y no impresos (blancos) sobre la superficie de un espacio gráfico (página) con el fin de estructurar, jerarquizar y facilitar la legibilidad de las informaciones periodísticas” . (…) Como principio, debe aplicarse la norma de que la información, que es el fin último del periodismo, debe primar sobre la estética.
(…) en nuestra labor, la claridad y la simplicidad dependen más del instinto del diseñador que de la teoría.
(…) no existen "teorías" del diseño periodístico, al menos no en el sentido abstracto de la palabra. El diseño periodístico está profundamente arraigado en realidades prácticas y es más un proceso orgánico que un proceso teórico abstracto. Hazlo fácil de leer, utiliza tipografía que sea clara, agradable a la vista y muy legible.
Hazlo fácil de encontrar, emplea herramientas de navegación que permitan al lector llegar al contenido que desea leer en el menor tiempo posible.
Hazlo visualmente atractivo, proporciona un entorno en el que el buen contenido encuentre una presentación atractiva, aumentando así el número de lectores que lo utilizarán.
(…) el diseño periodístico supone un dominio del espacio. El problema es comunicar, dentro de un mismo contexto físico, no ya un mensaje, sino una serie de mensajes desvinculados entre sí, de importancia infinitamente diversa, hacerlo con velocidad, con facilidad y con economía, dentro de un estilo que sea reconocible como coherente.
(…) el diseño periodístico no puede comenzar a existir sin las noticias (…) y las noticias periodísticas no pueden ser comunicadas eficazmente por medios visuales, sino con un diseño periodístico.
Una lista de esenciales
Pese a las distancias entre los planteos de los autores que vimos, y tomando en cuenta la introducción general del práctico 1, va una lista de aspectos esenciales del diseño periodístico de actualidad
• Es un diseño que debe adaptarse a un ritmo de producción regular (frecuencia de aparición) que puede ser diario, semanal, mensual, etc.
• Lo que se comunica e tan importante como la estética con la que se lo hace. La estética, además, debe siempre suman a la función de organizar mucha información diferente en un producto cuya identidad se mantiene a lo largo de las ediciones, sin sacrificar originalidad y creatividad en cada historia y cada número.
• Imagen, texto, blancos son la tríada básica con la que el diseñador juega en cada espacio a diseñar. Ese espacio se ordena en una grilla (que puede ser simple o compleja, única o múltiple, de un flujo de texto o varios simultáneos).
• En términos técnicos, toda elección (desde el formato a la tipografía, desde la grilla a la paleta) debe coordinarse con otros aspectos de la producción: costos, capacidad instalada, tiempos, disponibilidad del material, recursos humanos y otros.