Cine de la Transición

La noche de los lápices

FICHA

Año: 1986
Duración: 106 minutos
País: Argentina
Dirección: Héctor Olivera
Guión: Daniel Kon, Héctor Olivera
Música: José Luis Castiñeira de Dios
Fotografía: Leonardo Rodríguez Solís
Producción: Fernando Ayala

Sinopsis

Corre el año 1975 en Argentina, a los estudiantes de diferentes colegios se les quita el boleto estudiantil —con el que obtenían un importante descuento en la tarifa del viaje en colectivo— durante el gobierno de Isabel Martínez de Perón. El mismo suponía un alivio esencial en sus economías, por lo que los estudiantes de la ciudad de La Plata deciden realizar una marcha de protesta en la que puedan participar miles de jóvenes acuciados por el mismo problema. Diferentes delegados de agrupaciones de estudiantes se congregan en uno de los colegios secundarios con el fin de organizarse y marchar hasta el edificio de Obras Públicas con el fin de presentar un petitorio para la adjudicación del Boleto Estudiantil Secundario (BES). Entre ellos, se encontraban alumnos del Colegio Nacional, Bellas Artes y de la Escuela Normal N.º 3, entre otros. La policía había previsto la protesta y estaba esperando para reprimirla. A la llegada de los estudiantes la policía ataca e hiere a muchos de los manifestantes.

Escena

Estudio Crítico

Triste y desgarrador testimonio de uno más de los muchísimos crímenes de lesa humanidad que pesan sobre los militares golpistas argentinos en particular y sobre el resto de regímenes militaristas fascistoides que se prodigaron durante el siglo pasado por el mundo, con especial virulencia en los casos de España con Franco y Chile con Pinochet, todos declarados criminales de guerra por sus propios gobiernos, y a los que todavía se les está juzgando en nuestros días.

Esta película la dedica Héctor Olivera al caso de los adolescentes que en la Ciudad de la Plata pedían el «boleto» o matrícula gratuita para poder estudiar, y que fueron arrancados por la fuerza de sus casas con nocturnidad y alevosía por toda esa serie de psicópatas latentes que surgen como las setas con estos regímenes totalitarios que erradican la libertad para hacer todavía más dura las torturas, los robos de recién nacidos para traficar con ellos, la reclusión y los asesinatos, sin olvidarnos de la Iglesia y sus miembros, que siempre se arriman al sol que más calienta.

Duro testimonio de un superviviente, mientras el resto siguen desaparecidos oficialmente.