VACA MUERTA: ¿Espejismo o realidad?

Por Juan Defendi y Amir Coleff*

¿Qué es Vaca Muerta? ¿Cuál es el verdadero potencial del yacimiento descubierto en la Patagonia argentina? ¿Qué posibilidades abre la explotación de yacimientos no convencionales? ¿Qué lugar debería ocupar Vaca Muerta dentro de la matriz energética nacional? ¿Qué implicancias tiene su desarrollo en términos económicos y geopolíticos? ¿Y cuáles son sus límites en términos de sustentabilidad medioambiental? Estos y muchos interrogantes más fueron develados por el geólogo Ricardo Astini, el pasado viernes 18 en uno del Anfiteatros colmados del Campus de la Universidad Nacional de Río Cuarto.


 

En torno a tales interrogantes -tan ambiciosos para una charla de café, como impostergables para el desarrollo de un país-, giró una nueva edición del Café Científico de la UNRC, denominado “Vaca Muerta: Espejismo o realidad”, a cargo del reconocido investigador del CONICET, profesor Ricardo Astini. La actividad se propuso como una instancia de debate en torno a Vaca Muerta, el yacimiento del que todo el mundo habla, pero del que poco conocemos. La cuenca neuquina es la más productiva del país y Vaca Muerta constituye la mayor reserva documentada de Argentina y, en su tipo, de Sudamérica (tercera a nivel mundial). En tal sentido, los enormes volúmenes de hidrocarburos que encierra pueden, en la medida de su explotación, convertirnos de un país con petróleo en un “país petrolero”, asegurando el autoabastecimiento y la exportación. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿A qué costos y para beneficio de quiénes?

Sobre estos temas y diversos más, dialogamos con el propio Astini, quien además es Doctor en Ciencias Geológicas, docente de la Universidad Nacional de Córdoba e Investigador Principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, en el área de geología sedimentaria.

 

El anfiteatro completo para debatir sobre Vaca Muerta.

 

Se habla de Vaca Muerta y se habla mucho… Pero, ¿cuánto sabemos acerca de ella? ¿Qué es Vaca Muerta y por qué ha cobrado tanta relevancia en los últimos años?

Bueno, Vaca Muerta es una unidad geológica situada en la cuenca neuquina (provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza), se trata de intervalo geológico de un espesor considerable de roca de la Edad Cretácica, es decir, del Mesozoico, y que es considerada la roca madre de la cuenca neuquina. Una roca madre es una roca que tiene una gran acumulación de materia orgánica ya transformada en hidrocarburos que necesita migrar hasta una roca almacén que es una roca muy porosa de la cual con una perforación de hidrocarburos de tipo convencional se puede extraer fácilmente el petróleo. En ese sentido, la posibilidad -a partir del desarrollo de las técnicas no convencionales- de extraer hidrocarburos de forma directa desde la roca madre es lo que ha suscitado el marcado interés sobre Vaca Muerta, un yacimiento del cual se tenía conocimiento desde hace ya varias décadas. Lo que ha surgido ahora y es lo que ha despertado todo tipo de interés es la posibilidad de su explotación.

 

Entrevista sobre el evento. Radio LV16 de Río Cuarto. Programa La vuelta del Perro

 

¿Qué es un yacimiento no convencional, tal es el caso de Vaca Muerta?

Básicamente, los yacimientos no convencionales son aquellos que constituyen recursos difíciles de explotar y poner en producción. Es el caso de Vaca Muerta, que se trata de una unidad geológica ubicada en el subsuelo, de una roca madre compuesta por un grano muy fino, de muy baja porosidad, que implica ser microfracturada para la extracción de los hidrocarburos que contiene. Todo eso, por supuesto, implica grados de dificultad técnica, de conocimientos y procedimientos considerables, así como, costos, presupuestos y también impactos mayores.

 

Uno de los yacimientos que componen el Complejo Vaca Muerta.

 

A partir del desarrollo de la explotación de no convencionales, ¿Cuál es el verdadero potencial de Vaca Muerta en términos energéticos?

A partir de este nuevo paradigma, que permite extraer petróleo o gas directamente de la roca madre, y de su inminente aplicación en Vaca Muerta, este yacimiento se ha convertido en un recurso con un potencial enorme en términos energéticos. Tanto por sus dimensiones como por su profundidad –está ubicada a diferentes niveles, desde los 2 mil a los 4 mil metros de la superficie- es capaz de generar una gran cantidad de combustible y de diversos tipos: gas seco en la última ventana, en lo más profundo; gas húmedo a los 3 mil metros; y petróleo a los 2 mil. Su potencial, en términos energéticos, es realmente importante.

Más arriba mencionó que su explotación implica dificultades, así como costos e impactos mayores… En ese sentido, ¿Qué aristas no debiera soslayar el debate sobre su explotación?

Bueno, en primer lugar, no se puede desconocer que todas las explotaciones de hidrocarburos, en sus diversas formas, traen aparejados muchos riesgos y de distintos tipos. Si bien, en principio, no podemos decir que las explotaciones de los no convencionales no sean viables hoy en día -claramente son viables desde el punto de vista técnico, es una tecnología que está muy bien desarrollada y bastante probada-, esa viabilidad técnica no significa que no conlleve riesgos. Ni tampoco implica que su explotación sea enteramente sustentable en términos de desarrollo, entendiendo sustentabilidad en un sentido fuerte y no solo en términos de la riqueza económica que produce.

 

“Todas las explotaciones de hidrocarburos, traen aparejados muchos riesgos y de distintos tipos”.

 

¿Cuáles son esos riesgos que trae aparejada su explotación?

Hablamos del potencial impacto en la región en que se produce la explotación de los no convencionales: lo que es el manejo de los hidrocarburos en superficie, lo que es el manejo de todos los fluidos que se utilizan para inyectar en profundidad y provocar la microfracturación de las rocas. Qué tratamiento reciben esos fluidos residuales que llegan a la superficie y a dónde van a parar no es un aspecto que se puede ignorar. Eso se tiene que retener, limpiar, tratar de reciclarlo, lo cual es muy difícil. Para eso hay que acondicionar la superficie a los fines de evitar pérdidas o derrames, luego se lo debe depurar y reinyectar a pozos viejos, a reservorios antiguos que están desactivados. El manejo de todos esos procesamientos generan y han generado en el pasado serios problemas de contaminación en algunas regiones del mundo.

 

Más información sobre el Café Científico de la Universidad Nacional de Río Cuarto

El Ciclo Café Científico de la UNRC tiende a generar espacios de Comunicación Pública de la Ciencia (CPC) en la ciudad y la región, en los cuales se desarrollan encuentros de diálogo, debate y discusión sobre temas e investigaciones científicas diversas y de actualidad. Los café científicos constituyen una herramienta de educación y comunicación para facilitar el derecho de los ciudadanos a informarse a través de actividades de las universidades públicas como instituciones generadoras de conocimientos científicos.

 

Programa especial de UNIRIO TV sobre Vaca Muerta.

 

Muchas veces esos aspectos no son puestos en la ecuación costos-beneficios por parte de quienes toman las grandes decisiones al respecto…

Claro, a mí me preocupa mucho cuando nuestros políticos hablan de Vaca Muerta como si fuera la garantía del pago de la deuda o la garantía de la prosperidad del país. En ese sentido, si nosotros vamos a generar la explotación de un recurso enorme, que como cualquier otro recurso natural es finito, y lo vamos a explotar a un ritmo extremadamente acelerado, tenemos la obligación de preguntarnos qué va a quedar para las generaciones futuras: ¿Va a quedar el vacío, el hueco y el desastre ecológico y todo va a ser para pagarle la deuda a alguien o para que otro se lleve el dinero? ¿O, en cambio, Argentina tiene que pensar sus recursos naturales para el bienestar de su gente y de las generaciones futuras? Entonces, ese llamado de atención es algo que todos tenemos que conocer. Los recursos naturales son algo muy valioso y hoy en día están considerados como bienes más que como recursos naturales utilizables desde una perspectiva puramente económica. La sustentabilidad es la capacidad que tiene una sociedad para hacer un uso consciente y responsable de sus recursos, sin agotarlos o exceder su capacidad de renovación, y sin comprometer el acceso a estos por parte de las generaciones futuras. Busca no comprometer el equilibrio ecológico. El desarrollo mal entendido atenta contra nuestra propia supervivencia y la de las demás especies.

 

“La sociedad debe hacer un uso consciente y responsable de sus recursos, sin agotarlos…”.

 

¿Sobre qué pilares debería asentarse una política de explotación que tenga en cuenta las advertencias señaladas?

Lo primero es generar políticas que en todo momento estén considerando la sostenibilidad medioambiental y social, y no solamente el fruto económico. Entonces, las cosas tienen que hacerse en los tiempos que corresponden y respetando todas las normativas vigentes; considerando a su vez el impacto sobre la geografía local, los desarrollos humanos locales, las consecuencias ecológicas, en términos de flora y fauna de la región, respetando las tasas de recuperación de los paisajes locales, etc., aspectos que, en general, tienden a ser ignorados. Otro aspecto fundamental es el manejo del agua; no hay que olvidarse que el agua de los grandes ríos que hay en esa zona es agua cordillerana que viene del deshielo y es agua apta para el consumo. Es necesaria una legislación adecuada para proteger las aguas superficiales, para que estas no sean utilizadas para inyectar a los pozos de hidrocarburos. Es decir, el agua que se inyecta para fracturar la roca y extraer los hidrocarburos debe ser agua no apta para el consumo. Sin embargo, en cuenca neuquina la mayor parte de las compañías hacen tratos que les admiten tomar agua de ríos, lo cual es inaceptable.

 

Astini frente su audiencia.

 

Universidad, ciencia y comunidad

¿Cuál es la importancia de repensar la dinámica público-privado en este tipo de cuestiones de interés nacional y que rol juega el conocimiento generado desde las universidades públicas para pensar este tipo de acciones?

En primer lugar, un tema tan importante como el desarrollo de los no convencionales no puede quedar en manos de la empresa privada porque sus propósitos son otros. No porque los privados sean naturalmente malos o lo público sea naturalmente bueno, nada de eso, sino porque los propósitos de uno y otros son realmente diferentes. Es el caso del conocimiento, el conocimiento generado en las universidades públicas no puede dejarse de lado en ninguna toma de decisión cuando esas decisiones y sus consecuencias afectan a todos los argentinos. Hoy sucede que como nuevamente está de moda el desarrollismo económico, parece que la gente está desesperada por desarrollarse. Pero… ¿Qué estamos entendiendo por “desarrollo”? Esa es la pregunta. Entonces, si no le ponemos “sustentable” al lado y hacemos significado de la palabra “sustentable”, el panorama no resulta tan claro. No podemos ignorar eso. Y los científicos y los naturalistas tienen mucho para decir al respecto. Todos debemos comprender que la explotación de recursos como Vaca Muerta tiene que ser sustentable en el tiempo y siempre orientada al bienestar de la sociedad, al bienestar de la gente.

 

«El desarrollo tiene que ser sustentable, sino no es desarrollo».

 

En ese sentido, ¿Cómo valora la posibilidad de “abrir” el debate de estas temáticas a la comunidad, por ejemplo, a través de espacios de encuentro con la gente como los Café Científicos?

Mi valoración es altísima, desde mi punto de vista este tipo de actividades es una de las razones de ser de los científicos. Yo no visualizo a los científicos metidos adentro de su laboratorio y sin conexión con la gente, que, por otra parte, es la que lo sostiene. Yo soy investigador del Conicet y profesor de la Universidad Nacional de Córdoba y me debo a la universidad pública y al país que sostiene la investigación. Y pienso que mucha gente se debe preguntar qué hacemos quienes integramos el sistema de investigación. Y la divulgación científica es la manera de que la gente entienda qué hacemos los científicos. Por otro lado, estos espacios son el momento de conexión con la gente para la pregunta, porque, así como la gente a veces no sabe qué hacemos los científicos nosotros muchas veces no sabemos qué hace la gente. Entonces, en muchas disciplinas los saberes de la gente ayudan enormemente a la tarea de los científicos, incluso para generar hipótesis de trabajo. Las sociedades se construyen con conocimiento, pero con conocimiento creado junto y al servicio de la gente. Y juntos significa estar consciente de qué hace el otro, cómo lo hace y para qué lo hace. El hecho de que los científicos vayan por un andarivel y la gente vaya por otro, no es algo saludable para una sociedad moderna.

 

Entrevista a Ricardo Astini. 97.7 Radio Universidad. Programa Ciudad Universitaria

 

Programa especial de Canal Quatro con el geólogo Ricardo Astini como invitado especial.

 

Momentos del encuentro de viernes

#VacaMuerta  #YacimientosNoConvencionales #CafeCientifico #UNRC #ComunicacionPublicaDeLaCiencia

El Café Científico de la Universidad Nacional de Río Cuarto en números


 

* Para contactarse con los Coordinadores del Café Científico de la UNRC, utilice el siguiente formulario.

 

Las Águilas del Imperio: un equipo que derriba muros y construye valores

Como cuenta un fuerte relato, las águilas a la mitad de su vida deben atravesar una fuerte transformación para no morir. Renuevan sus alas, sus plumas y su pico para vivir la segunda etapa de sus vidas. Esta historia de renacimiento es el signo y emblema del equipo Las Águilas del Imperio, unidos por un deporte.

Las Águilas es el equipo de rugby de la Unidad Penitenciaria N°6 de la ciudad de Río Cuarto. El principal objetivo del proyecto es favorecer la reinserción social de las personas privadas de su libertad, un proceso de transformación a través de este deporte y sus valores.  Se cumplió un año de su nacimiento, que conmovió a muchísimas personas y cambió la vida de muchos presos y voluntarios. Máximo Deym ingeniero e impulsor de esta iniciativa en la ciudad, se inspiró con videos y fotos de la Fundación Espartanos, el reconocido equipo de rugby de la Unidad Penitenciaria 48 de San Martín, provincia de Buenos Aires. Junto con un equipo de 15 voluntarios, profesores y ex jugadores de rugby lograron replicarlo en la ciudad de Río Cuarto. “Es un proyecto muy importante, están claros los valores que transmite una actividad deportiva como el rugby, luego de ver el impacto que causó en la Ciudad de Buenos Aires, fue muy bueno haber traído la iniciativa a la ciudad y ver la cantidad de gente que se sumó, provocó que se fortaleciera” comenta Martín Herrera Subsecretario de Deportes de la Municipalidad de Río Cuarto.

Tomaron su nombre a partir de un fuerte relato. Este cuenta que las águilas pueden vivir 70 años, pero a los 40, deberán tomar una seria y difícil decisión. Su pico y sus garras se ponen débiles y ya no tienen la posibilidad de cazar y comer. Sus alas envejecen y se tornan pesadas y de plumas gruesas. Volar se le hace ya muy difícil. A partir de allí estas aves tienen dos opciones, o dejarse morir o volar a la montaña y aceptar el sacrificio de transformación durante 150 días. En este proceso las águilas deben arrancarse sus plumas y golpear su pico y uñas contra las rocas, para permitir la renovación. Cuando lo logran, abren sus alas y vuelan para vivir su segunda etapa de vida. Esta historia de renacimiento es el signo y emblema de este grupo, unidos por un deporte.

Todos los martes desde hace un año entrenan. Su cancha está al fondo del penal, pasando el patio grande. Los lunes a la mañana tienen un espacio más centrado en la espiritualidad y valores, allí se charla más de la vida, se hacen talleres donde los jugadores tienen más oportunidades de compartir y de abrirse ante otros. “El primer día de entrenamiento fue muy anecdótico porque logramos formar grupos entre los chicos de distintos pabellones, generando terror a la jefa de educación del servicio penitenciario, ya que todos están separados en distintos pabellones por cuestiones de conflicto, y nunca los mezclan” relata Máximo Deym.

El equipo de voluntarios trata de enfocarse en los valores que el rugby tiene y también en los valores que tiene la persona. A través de distintas dinámicas, como cantos, juegos, reflexiones y cuentos, los chicos se abren y están predispuestos a lo que les hacen hacer. A través de los valores y la espiritualidad, más allá de la fe que profesan, sientan que se pueden sostener, ese es uno de los desafíos del equipo de trabajo de Las Águilas.

Lo que tratamos nosotros es vincular lo trabajado en el taller de los lunes, en el entrenamiento de los martes. Si el lunes se habló del respeto, el martes trabajamos el respeto en el equipo. Es la mejor forma de salir adelante, a través de un deporte, especialmente en equipo, el respeto, la disciplina y el rugby en especial” comenta Deym.

Ansiosos por salir a entrenar, los Águilas pasan noches sin dormir con muchas ganas de jugar. Se reúnen en la puerta de la capilla de la cárcel, esperando a su equipo. “Siempre nos reciben con mucho afecto. abrazos y mucha alegría” comenta Alejandra Olguín, coordinadora de Área Valores y Espiritualidad.

El deporte en sí tiene mucha exigencia física, el equipo de entrenadores de Las Águilas siempre llevan a los chicos al límite, terminan cansados pero les sirve para despejarse. La frase que siempre repiten ellos es: “Estuvimos libres 2 horas”. Es una oportunidad más de salir para ellos y poder respirar otro aire. “Era una sensación tan hermosa cuando nos llamaban a jugar. Nos sentíamos como en casa” relata Juan un águila ya en libertad. La cancha es de tierra, una tierra que respira y se siente en la cara de los jugadores, sobre la mirada expectante del equipo de voluntarios, que también son felices.

Tienen la posibilidad de jugar partidos con equipos de afuera de la cárcel, como Urú Curé, Jockey, el Aero. Un día por iniciativa de la cárcel, permitieron que entren familiares a ver los partidos. Así cada uno invitaba un familiar, lo que para ellos fue muy fuerte que los fueran a ver ahí. Uno de los chicos en particular hacía mucho no se hablaba con su padre, y que él haya ido a verlo jugar fue un gran momento de encuentro. Los padres estaban orgullosos de que sus hijos hagan deporte.

Cuando juegan todo se pinta de otro color, a pesar del encierro hay una sensación que invade el ambiente. Los muros se derrumban, no hay afuera ni adentro, hay libertad. Desde la mirada expectante de los guardias, que parecen estar disfrutando del partido como ellos, pero como hinchas.

A partir de ese momento, no son más compañeros de presidio, son hermanos, son amigos. Ellos mismos se alientan cuando alguno está bajoneado, “VAMOS SOMOS ÁGUILAS” es su ritual que siempre está presente. Han logrado reunirse, charlar, compartir, tener ideas, generando una amistad donde se empiezan a ayudar y sostener entre ellos. Cuando uno sale en libertad, todos están muy alegres, lo viven como propio. Antes lo vivían como algo individual, y ahora lo viven todo como equipo. Su conducta ha cambiado.

Los chicos empezaron a cambiar mucho, a contenerse entre ellos, a cambiar su lenguaje, la forma de hablar y ellos mismos se dan cuenta. El que estaba siempre serio ahora empieza a sonreír” relata Deym orgulloso. Muchos chicos experimentaron lo que era recibir un abrazo por primera vez, y fue en ese contexto, en Las Águilas.  Siempre se mostraron muy respetuosos, agradecidos, valoran el espacio y lo cuidan. Hay confianza, amistad y hasta cuentan chistes. Ellos ahí pueden expresarse como son. “Jamás escuché una mala palabra, jamás se han desubicado, al contrario, siempre con mucho respeto. Es un ambiente donde generalmente se da mucho el tema del machismo, y personalmente no lo viví así. Hay un respeto terrible. Cuando no vas, te preguntan qué te pasó, si estabas bien y que te habían extrañado” añade Alejandra con una sonrisa en su rostro.

Ellos son el descarte para la sociedad, y ellos lo sienten así. Ellos valoran muchísimo que su equipo de voluntarios vaya con una sonrisa, les lleven criollos para merendar, los abracen, les digan que los quieren, son muy agradecidos. Hasta te dan las gracias por ir a “perder el tiempo” con ellos o “animarte” a estar ahí. Pero lo que ocurre es todo lo contrario.

La gente que no comprende esta iniciativa comenta que deben pudrirse en la cárcel, que es un lugar de castigo, no de reforma o transformación. Pero lo que se olvidan es que esta persona es parte de la sociedad, en algún momento va a salir y va a tener que salir mejor de cómo entró y no peor.

En el servicio penitenciario, gana el director porque tiene menos conflictividad, gana el guardia porque no tiene problemas en los pabellones, gana el de educación porque los chicos van al colegio. Es un proyecto que te motiva porque ves las transformaciones que se producen” concluye Deym.

El objetivo como proyecto y como equipo, está en el afuera, cuando ellos salen tienen que estar preparados para reinsertarse en la sociedad, eso es lo más importante. Los chicos dentro del penal hacen cursos, de carpintería, peluquería, computación. Son muchas cosas que ellos tienen, así para cuando salgan tengan herramientas para emplear en algún trabajo. “Tienen un futuro por delante y que puedas ayudarlos de esta manera, dandoles otra oportunidad y herramientas, a mí me anima muchísimo” comenta Alejandra.

Ellos cuentan sus historias y saben que por esas historias se han equivocado. Se animan a llorar delante de todos, lloran porque no pueden ver a sus esposas, porque ven a sus hijos que se van llorando en las visitas para luego tener que volver a la celda. Les gana el corazón. De ese lugar salis movilizado, quebrado de la emoción, aprendiendo a valorar lo que uno tiene, la libertad, disfrutar del pasto, poder abrazar y besar. Se pasan de largo muchas cosas.

Ellos contagian lo que están viviendo a otros, así se van sumando caras nuevas al equipo. Cada uno de ellos es valioso, todos son dignos, todos pueden aportar y generar en ellos confianza y seguridad. Que sientan que pueden, en lo deportivo y personal.

Se va logrando de alguna manera lo que queremos lograr. Para nosotros es una alegría y un desafío ” concluye Alejandra Olguín.

 

Águila en libertad. La historia personal de transformación

 

Ex preso y ex Águila. Juan Villareal es oriundo de la ciudad de Córdoba capital, sus primeros años en la cárcel fueron en Bouwer, penal ubicado en las afueras de esa ciudad. Un día Juan participó de un conflicto con los internos del penal donde hubo varios heridos. Lo sacaron del pabellón por ser el agresor y al mes lo transfirieron a Río Cuarto. Allí se unió a un grupo de chicos denominado “las ovejas”, aquellos que buscan a Dios cada día, se esfuerzan por cumplir la palabra de Dios, se ponen límites y alientan a otros que dejen la droga y que aprendan a respetarse el uno al otro.

Luego fue el momento de Las Águilas, cuando Juan escuchó la palabra rugby, salió corriendo y fue el primero parado en la puerta. Se anotó y a partir de allí nunca dejó de asistir a los entrenamientos y a los partidos. A mi me apasionaba el rugby, pero mis padres me decían que no porque era un juego muy bruto, que podía terminar lastimado relata Juan.

Los que empezaron desde un principio a jugar fueron muy pocos, pero quisieron difundirlo. Comenzaban a hablarle a los demás presos para que se sumaran. Y así fueron sumándose hasta 100 personas hasta que terminó siendo un grupo estable de 40-50 jugadores.

Juan relaciona el momento en que los llamaban a jugar como si estuviera en su casa hace mucho tiempo atrás. Pamela, la encargada del área de educación, iba pabellón por pabellón a decirnos “Chicos vamos a jugar al rugby, vamos” era realmente como una madre llama a sus hijos. «Era una sensación tan hermosa relata. Pamela los cuida, cuando uno se golpea va y le pregunta cómo está. Transmite mucha inspiración y garra a los chicos.

El equipo de Las Águilas, tanto jugadores como voluntarios, es una familia para Juan, se cuidan entre todos, se ayudan a levantarse, aprenden grandes valores, todos están al servicio de todos. Él relata personalmente lo que sintió en las reuniones de equipo: Nos enseñaban que ese esfuerzo que nosotros hacemos para correr, para hacer tacles, para el scraum, también lo hagamos en la vida cotidiana. Que cada vez que vemos una mala situación, le metamos un tacle, cada vez que se nos complique algo, que le hagamos un scraum, y que a pesar que sea pesada la carga, que sigamos adelante, que nos exijamos un poquito más que vamos a salir .

Desde que salió en libertad, Juan pudo empezar a trabajar nuevamente, no se le cerraron las puertas. Dios me ha bendecido, me ha guardado y me ha cuidado. Que nos escuchen a los que salimos realmente nos da fuerza, nos da aliento, porque la segunda oportunidad que nos dieron la estamos haciendo valer concluye.

Dentro del penal, los partidos contra los vikingos (equipo de veteranos del Club Urú Curé) fueron de gran motivación para Juan. Tras una derrota el equipo visitante se fue asombrado del nivel que tenían Las Águilas, pensaban que iba a ser otra cosa. Hubo mucho respeto, mucha lealtad y sobretodo compañerismo.

Juan siente mucho orgullo y está feliz de poder pertenecer a las Águilas. De mostrar que se puede volar alto y que cuando uno vuela alto no se preocupa en caer, que baja en picada pero para recoger las cosas y volver. En las Águilas aprendió, a pesar de todo, el compañerismo, la hermandad, que todos son amigos y todos son hermanos, que todos son iguales. Cuando jugábamos no nos sentíamos presos, nos sentíamos en casa, nos sentíamos en libertadcomenta. Él aprendió a entender y comprender cosas que no había comprendido antes. Aprendió a volar, a valorar lo que tenía y que antes no valoraba ni cuidaba. Aprendió a valorar a sus hijos, sus padres, sus hermanos, los que vieron el cambio que hubo en él y les gustó. Juan agradece constantemente a todos por creer en él, a todos los que apostaron por ellos, en darles una segunda oportunidad y por creer en la recuperación. A todas aquellas personas que pensaban que no estaban totalmente perdidos,  sino que podían ser recuperados.

Hay en la sociedad, gente que también apuesta por las segundas oportunidades, son las personas y empresas que les donan las cosas. El caballero que les donó la camiseta es uno más del equipo para Juan, porque apostó por ellos. Muchas gracias a cada uno, y en especial a la señora Pamela, muchas gracias. Ella siempre nos inspiró a seguir adelante, a esforzarnos, a volar muy alto cuando salgamos en libertad, volar, volar y volar. Nos da fuerzas, nos admira y la admiramos. Muchas gracias concluye Juan.

Como Águila en libertad, Juan fue testigo de su propio proceso de renovación. No tendrá ni pico, ni plumas, ni alas, pero le abrió las puertas al cambio, y está feliz por poder vivir la segunda etapa de su vida…

 

 

Arte callejero: cuando las paredes se pintan, el pueblo deja su huella

Entre latas de pintura, pinceles y el sol que castigaba fuerte, un grupo de jóvenes encontraban, en las paredes del patio interno en el Centro Cultural “El Viejo Cooke”, el lugar perfecto para dejar una huella.

El arte callejero o arte urbano se refiere a las técnicas informales de expresión artística de manera libre que se dan en las calles, muchas veces de manera ilegal. Es un tipo de intervención artística que no aparece en los museos y tiene un período de vida corto.

En este tipo de expresiones artísticas se engloban el grafiti, las plantillas o esténcil y un gran número de recursos y técnicas utilizados para ilustrar en paredes o superficies urbanas.

El arte callejero se posiciona sobre una delgada línea que costea, por un lado, la expresión estética, política o social y, por el otro, el vandalismo u otras formas de intervención ilegal.

Nazareno Mazzara, Lautaro Mauri y Matías Quiroga son tres jóvenes de la ciudad que se dedican a pintar con diferentes técnicas grafitis y murales.

El grupo llegó a la misma conclusión sobre lo que hacen. “No importa qué se haga, mientras se deje una marca”.

Matías Quiroga explicó que comenzó a “rayar” cuando conoció a Lautaro Mauri. “No entendía mucho cómo era el estilo del grafiti. Al principio salía y hacía un dibujo o una firma”. Siente que, con el tiempo, uno empieza a empaparse de las experiencias y técnicas de otros y es en ese momento cuando el artista se empieza a soltar y a encontrar su lugar dentro del arte urbano.

Las experiencias de los viajes y los encuentros de grafiteros les enseñan a los adeptos del arte urbano distintas técnicas que eran impensadas para los artistas locales.

Los dibujos y colores son lo que primero llaman la atención. Suelen ser grandes expresiones artísticas o firmas y se pueden encontrar en lugares comunes, como carteles o medianeras del centro de la ciudad, y hasta en paredes de los últimos pisos de algún edificio abandonado.

“Pinto en la calle desde hace 12 años. Empezamos con un tío porque nos simpatizaba la movida, sin saber lo que era un tag (grafiti con la firma del autor) o una pieza”, manifestó Lautaro (Poke) Mauri y narró que pinta porque le gusta ensuciarse las manos y encuentra en el arte el lugar para dejar plasmado lo que siente y piensa.

“Vengo de un barrio medio, con poca actividad de grupos comprometidos con lo sociocultural. Es un lugar que no tiene mucha necesidad, pero a su vez está abandonado de actividades que incitan a cuestionarse el día a día. Salimos a pintar por la necesidad de decir: ‘Estamos acá’”, aseveró Poke y sentenció: “Estamos destinados a dejar huellas y, en lo posible, que sean piolas”.

Cuando encuentran el lugar para pintar, lo que buscan es complementarse con lo que ya existe. Dejan que las pinceladas fluyan dependiendo la necesidad del momento y de las condiciones en las que se encuentre, por ejemplo, una pared.

Brigada Arte Militante

Nazareno Mazzara fue estudiante de arte en la escuela de bellas artes “Líbero Pierini” y forma parte, junto con otro grupo de artistas plásticos, de la Brigada de Arte Militante (BAM) de la ciudad.

Este grupo surgió con la necesidad de emular brigadas militantes mexicanas o chilenas que salían a “rayar” en momentos críticos por los que pasaba la sociedad y en los que era necesario expresar lo que sentían los grupos o sectores oprimidos.

“Desde la BAM, tratamos de visibilizar aquellas cosas que están en el debate público. Aportamos por medio del arte”, aseguró Mazzara y comentó que otra de las actividades que hacen desde la brigada es trabajar en los barrios según las necesidades que tengan los chicos.

 

 

La noche del talento y las oportunidades en Meraki

 Ambiente acogedor y talentos que salen a la luz fueron los protagonistas de este gran evento musical.

Santa Cruz de la Sierra, 2019.- En el marco de una noche de verano y un ambiente acogedor se llevó a cabo el evento “Micrófono abierto” organizado por Meraki Bar en la ciudad de los anillos, Santa Cruz de la Sierra. Una de las noches más esperadas por aquellos que tienen talentos guardados esperando salir.

El objetivo de este evento con entrada y participación totalmente libre y gratuita es incentivar el desarrollo de talentos musicales y dar una oportunidad a personas amantes de la música, no profesionales y de cualquier edad a poder mostrarse en escenario.

Isabel Oviedo, participante, señaló la asistencia de un centenar de personas en el pequeño pero vibrante bar ubicado en el centro de la ciudad y la participación de treinta artistas independientes, muchos por primera vez en escenario.

“Porque este local perdería su esencia sin nuevos artistas locales” indicó Rolando VPR vocalista de la banda que fusiona el funk, rock y pop, “Animal de ciudad”.

El evento planea realizarse el último jueves de cada mes para que los artistas puedan preparar su puesta en escena. Las inscripciones se harán a través de las páginas oficiales del local organizador en diferentes redes sociales como ser instagram y facebook.

https://youtu.be/0DMifyogWrk

Facebook:https://www.facebook.com/merakiteatrobar/?ref=br_rs Instagram:https://www.instagram.com/merakiteatrobar/?hl=es-la

 

Coronavirus: anuncios para monotributistas y trabajadores informales

El ministro de Economía, Martín Guzmán, informó que el pago de emergencia alcanza a los trabajadores independientes en situación de informalidad y monotributistas de las categorías A y B que no perciban otro ingreso. Claudio Moroni, titular de Trabajo, aclaró que la inscripción será online y se cotejará con datos de Anses.
El Gobierno anunció este lunes una ayuda de emergencia de 10.000 pesos para monotributistas y trabajadores no registrados a cobrarse en abril. La medida, que abarca a 3,6 millones de hogares, fue confirmada por los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Trabajo, Claudio Moroni. El pago será de carácter excepcional, aunque el titular del Palacio de Hacienda no descartó que pueda repetirse en mayo. Para acceder al beneficio habrá que inscribirse en la web de la Anses. No deberán contar con otra fuente de ingreso, con excepción de la asignación universal por hijo. Las categorías más bajas del monotributo (“A” y “B”, incluidas en el pago extraordinario) no pagarán en abril la cuota mensual, aseguraron desde Economía a Página|12, con la posibilidad de que se extienda otros meses dependiendo de la situación.

Fuente: Página 12

Pobreza y marginalidad: Los invisibles

“Sólo tenemos soledad y la soledad es el peor amigo”, dice Juan Aguade. Con su hermano Luciano se refugian en una piecita abandonada del Andino. Cuentan cómo es vivir al día

En medio del Andino hay una piecita blanca de seis metros cuadrados con una puerta en el frente y una ventana en el costado derecho, ambas de una madera ya muy deteriorada y cubiertas por rejas negras. La fachada está decorada con un grafiti negro a la derecha de la puerta, con la frase “Basta de culpar a CALLEJEROS”. En su interior, tirados en el suelo, hay dos colchones gastados y sucios y, sobre cada uno de ellos, una manta en las mismas condiciones. Gran parte de sus paredes grises están cubiertas por azulejos blancos, algunos ya rotos y, en la parte superior, asoman ganchos de fierro, huellas de lo que en algún momento fue un depósito ferroviario.

En lugar de mesas y sillas, baldes de plástico y un tronco que funciona como silla o como mesa, según la ocasión. En un rincón hay un baño de dos metros cuadrados, tan estropeado como el resto del lugar. Por la ventana se puede ver un cielo gris y algunas gotas que caen, como si el clima intentara transmitir la tristeza y desesperanza que genera vivir en un lugar así, completamente desgastado por el abandono y el paso del tiempo. Allí viven Juan y Luciano Aguade, dos hermanos de 28 y 27 años que, al quedar en situación de calle, encontraron refugio en aquel lugar, se apropiaron de él y lo convirtieron en su hogar.

Juan mide poco menos de metro setenta y es delgado, su tez es relativamente clara, manchada por una barba apenas pronunciada, y su pelo es negro. Lleva puesto un pantalón de buzo azul marca Adidas, un pulóver blanco con rayas negras y capucha, todo sucio y roto en los codos, y unas zapatillas deportivas negras con la suela blanca.
Luciano es de la misma altura y tez que su hermano, pero un poco menos delgado, su pelo es más claro y también lleva una leve barba. Viste una bombacha de campo verde musgo, un rompeviento azul con parches grises en los codos y unas zapatillas idénticas a las de su hermano, pero de color azul.

Ambos afirman que lo que los llevó a vivir en esta situación fue el fallecimiento de su padre. Eso los dejó devastados.
Juan, el mayor, agrega que el otro desencadenante fue que en esa época sufrió un asalto, en el que le dispararon en el muslo derecho. “Pasa que me paré de manos, me resistí y uno de los chabones me disparó. Tuve cuádruple fractura de fémur, me quedó el hueso partido al medio”, explica. Luego del incidente le hicieron una cirugía y le colocaron una prótesis. Debido a la falta de cuidados, su prótesis se está saliendo de lugar, ahora tiene un hueco encima de la rodilla por el que asoma una infección por las condiciones de humedad y suciedad en las que vive. “En realidad ya me la tendrían que haber cortado a la pierna”, cuenta Juan. Actualmente, sólo puede caminar acompañado de un par de muletas que dificultan su movimiento. Por su parte, Luciano cuenta que fue preso por robo calificado con arma de fuego, y que el hecho de tener antecedentes le impide conseguir un trabajo estable. Nadie está dispuesto a emplearlo.

Carolina Cáceres, Trabajadora Social que se encuentra en la guardia de emergencia de Promoción Social, comenta que en Río Cuarto hay ocho personas en situación de extrema vulnerabilidad. “Parece poco, pero para una ciudad como ésta, que es tan generosa con la gente que vive en esas condiciones, que siempre nos avisa si ve que alguien se quedó en la calle y colabora con ellos, es un número muy grande”, afirma. Plantea que la mayoría de estos casos tienen que ver con un alcoholismo pronunciado. “Claramente, el problema de base de estos chicos es de consumo, y está la cuestión de que no pueden ser trasladados ni tratados en contra de su voluntad. Esto es un problema muy grande para los que trabajamos en Promoción Social”, explica.

 

 

Del aula al trabajo

Miembros de una familia muy humilde de 12 hermanos (cuatro mujeres y ocho varones), Juan y Luciano de chicos vivían en el barrio Oncativo. “Fuimos una de las primeras familias en llegar ahí, al principio había dos o tres casitas”, comenta Juan. A causa de la pobreza en la que se encontraban inmersos, de niños tuvieron que salir a trabajar. “Viste que cuando sos chico a la mañana vas a la escuela y después de comer salís a jugar con tus amigos, ¿no? Bueno, nosotros no conocimos lo que era hacer eso, porque íbamos al colegio y después salíamos a trabajar para poder juntar una moneda para la comida», expresa. Con tan sólo ocho y siete años, luego de la jornada escolar, recorrían las calles de Río Cuarto vendiendo pan casero que cocinaba su madre o salamines y morcillas que hacía su padre; también solían acompañarlo en su trabajo como carrero.

Debido a que su padre era alcohólico, muchas veces recibían golpes y maltratos. “Nos pegaba con lo primero que encontrara, un cinto, un palo o el rebenque del caballo», explica Juan, acostado en su colchón, ya que en los días de humedad le duele mucho la pierna, y le cuesta levantarse. “Nos pegaba porque nos gastábamos la plata en una salita que había en el centro. Pero a veces no hacíamos nada malo y no sabíamos por qué estaba enojado”.

A pesar de los malos tratos, siempre recuerdan a su padre con enorme cariño. “Mi viejo era una masa, era el mejor”, dice Luciano, acentuando las últimas palabras con su mano y con una enorme sonrisa en su rostro. Luego, su felicidad es reemplazada por una mueca de tristeza y añade: “La muerte de mi viejo nos pegó fuerte, pero qué lo vamos a segundear si está en un cajón. Por eso la seguimos remando y le mandamos gas, en el sentido de salir a pedir o a barrer veredas para juntar una moneda”.

A causa del alcoholismo y con 49 años, su padre falleció hace cuatro de un ataque al corazón. “Cuando vino la ambulancia, nos dijeron que no podían hacer nada porque estaba muerto y lo dejaron tirado en un colchón de mi casa”, dice Juan, incrédulo. Su madre se mudó a un departamento, algunos de sus hermanos se quedaron en la casa de la familia y Juan se mudó a una casita junto con su novia. Pero luego sufrió el incidente que lo dejó rengo, por lo que ya no pudo trabajar y comenzó a atrasarse con el alquiler, hasta que fueron desalojados. “Nos quedamos en la calle y con lo puesto, porque tuvimos que darles todos nuestros muebles para pagar los meses que debíamos”, comenta, negando con la cabeza. Dos años después de la muerte de su padre, uno de sus hermanos falleció en un accidente de moto y otro se suicidó. “Se ahorcó por una mina el chabón”, cuenta Luciano, sentado en su colchón con las piernas cruzadas y sus manos abrazándolas. Otro de sus hermanos se encuentra preso actualmente.

Juan y su novia, Débora, sin otra alternativa posible, siguieron su vida dentro de uno de los vagones abandonados del Andino. “En invierno, cuando no aguantábamos el frío, calentábamos agua en una botella con dos velas y, cuando estaba bien caliente, mojábamos un trapo que metíamos adentro de una bolsa y lo poníamos encima nuestro para calentarnos. Tipo bolsa de agua”, dice mientras se ríe. “Y en verano, acá donde estamos ahora es lindo, más fresquito. Pero en el vagón, a las siete de la mañana nos despertábamos recagados porque se empezaba a escuchar como un pluuum, y pensábamos que alguien venía a buscar bardo”, explica con una sonrisa y luego agrega: “¡Eran las chapas del vagón que crujían por el calor!”, suelta una carcajada. “Tipo siete de la mañana tirábamos el colchón abajo del vagón, que había sombra. Y como a las diez, cuando ahí se ponía pesado, nos íbamos abajo de algún árbol”, relata mientras señala los árboles que antiguamente utilizaban como refugio del sol, a escasos metros de su hogar.

Luciano dice que cuando salió de la cárcel, hace un año y medio, se mudó con su hermano. “Más vale que me iba a venir con él, porque somos hermanos y los hermanos tienen que bancarse siempre”, afirma.

Juan, más conocido como “el rengo”, es padre de dos niñas: una de cuatro años, que vive con la madre de Juan, y una bebé de tres meses que vive con la hermana de Juan. “A eso lo decidió la Senaf (Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia), que mis hijas no podían vivir con nosotros. Pero a mí me parece bien, ¿cómo van a vivir de esta manera, en este lugar?”, dice Juan y señala a su alrededor.

 

 

“Piensan que somos delincuentes”

“Es complicado el tema con la gente, porque como andamos pidiendo se piensan que somos delincuentes”, dice Juan, a lo que Luciano agrega: “Pero preferimos pedir antes que andar robando, y les hablamos bien porque con el respeto se llega a todos lados”.

Los vecinos del lugar califican a los Aguade como violentos y maleducados y, una minoría, los trata de delincuentes o alcohólicos. “Mucha gente viene a pedir comida y siempre les doy algo. Pero ellos vienen y quieren que les fíe una caja de vino y no voy a hacerlo, entonces empiezan a hablarme de muy mala manera”, afirma el dueño de un kiosco, quien pide reserva de la identidad.

“Así como la gente los ve como un peligro, ellos también se sienten completamente violentados por ese contexto”, dice Cáceres. “Es paradigmático: nosotros tenemos seguridad, una puerta de casa que podemos cerrar con llave, también una familia y amigos que sabemos que nos protegen. Pero ellos no tienen nada de eso, entonces operan así, haciendo bardo. Es su forma de generar seguridad en ese contexto”, alega.

Juan afirma que el lugar es muy inseguro: “De día anda mucha gente y hay policías, pero a la noche no sabés lo que es esto, es tierra de nadie. Entonces tenemos que andar atentos porque vienen a robarnos las pocas cositas que tenemos o a querer meterse y quitarnos la casa. La otra vez, salimos a barrer veredas y cuando volvimos se habían robado una garrafita y un quemador que teníamos para cocinarnos; fíjate que por ahí hay paquetes de fideos y otras cosas, porque nos cocinábamos siempre, pero ahora no tenemos con qué”, expresa mientras señala una caja que hay cerca del baño, con paquetes de fideos y huevos. Luego añade: “Encima fue un chabón que lo segundeamos un par de veces, le prestábamos un colchoncito para que no durmiera en la calle o le dábamos comida”.

 

 

Estado ausente

Patricia Muñoz García, Trabajadora Social que ha colaborado en muchos casos de gente en situación de calle, afirma que uno de los problemas fundamentales es la falta de políticas y organismos en la ciudad que puedan abordar casos como el de los Aguade. “Es muy compleja esta situación, y creo que se da por falta de dispositivos de contención. El contexto actual no ayuda en lo más mínimo, porque se ha recortado todo, hay una gran crisis y un escenario de ajustes”, opina y luego agrega: “Todo está muy precarizado; en Promoción Social tendría que haber un equipo exclusivo para los casos de situación de calle, no una guardia, porque esa guardia recibe todo tipo de demandas”.

Dice que el número de personas en situación de calle en la ciudad no es sólo ocho, sino que supera los 15. “Pasa que por ahí algunos tienen techo porque encuentran alguna construcción abandonada y se meten ahí, entonces no los cuentan como una situación de calle. Pero lo es, porque no son condiciones para que una persona pueda vivir”.

Muñoz está convencida de que existe una carencia de políticas que aborden problemas como éste. “Es muy complejo este problema, y creo que la fundamentación es la ausencia del Estado, de políticas públicas y legales. A ellos se les están vulnerando derechos primordiales como el derecho a la alimentación y a tener una vivienda. Son víctimas del sistema y, lamentablemente, no sé dónde vamos a terminar, porque no hay intenciones de crear un equipo”, advierte.

Juan sostiene que el Municipio no ha demostrado interés en colaborar con su causa: “Las asistentes sociales vinieron tres veces, pero ni siquiera quisieron pasar a ver cómo vivimos, siempre se quedan afuera. Fui varias veces a pedirle ayuda al intendente, pero nunca me atendió, la otra vez fui y un chabón que no sé el nombre me dijo: ‘Andate flaco, ya te dije mil veces que no vengas a romper las bolas acá’”.

Un principio de solución es, para Muñoz, la creación de un hogar en donde personas en estas condiciones puedan dormir, bañarse o comer. “La gente en situación de calle tendría que tener su propio parador. Obviamente esa situación de calle lleva su tiempo y hay que acompañarlos, ayudarlos, preguntarles qué les gusta hacer. Lamentablemente, estamos muy acostumbrados a decirles qué hacer”, expresa.

Juan asegura que le gustaría trabajar en alguna quinta, huerta o vivero, ya que tiene mucha afinidad con las plantas: “A mí me gusta mucho la botánica. De chico, con mi viejo siempre hacíamos una quintita”. Por otro lado, Luciano expresa que cualquier trabajo sería de su agrado, “yo trabajo en lo que sea, porque tengo las manos y los pies sanos, entonces puedo hacer cualquier cosa, no como mi hermano. Por eso estoy con él, lo sigo a todos lados porque los hermanos tienen que ayudarse”, comenta, luego dice con una sonrisa: “Che, están muy ricos los mates”.

Sobre el final, Juan agradece la visita: “¡Está bueno que alguien se preocupe por nosotros y nos venga a preguntar cómo estamos! Nunca lo habían hecho, estamos recontentos. Que la gente sepa cómo vivimos. Una vez fuimos a hablar para que venga algún medio, pero nunca nos dieron bola. Así que ya saben, pueden venir a charlar con nosotros cuando quieran, nos hace rebién hablar con otras personas”.